Comunicado ante el ataque por parte de la CIT a las cuentas de Twitter de sindicatos CNT-AIT
En los últimos días estamos asistiendo a la suspensión de las cuentas de Twitter de varios sindicatos de la CNT-AIT.
De momento han sido suspendidas las cuentas de los sindicatos de Cartagena, Toledo, Marina Alta, Alicante, Puerto Real, Granada y el sindicato de Enseñanza e Intervención Social de Madrid, a las que hay que sumar las cuentas de la Federación Local de Madrid, la Federación Regional de Levante y la sección sindical en Naftran de Cartagena. Hace unos meses ya lo hicieron con las cuentas de la Regional de Catalunya y el sindicato de Barcelona, y en 2018, con la de la sección de Becarixs de Madrid y la antigua cuenta de sindicato de Enseñanza e Intervención Social, también de Madrid. A día de hoy hemos conseguido recuperar las de Cartagena, Puerto Real, la Federación Local de Madrid y la de Enseñanza e Intervención Social de Madrid, pero seguimos trabajando por recuperar el resto.
El motivo que Twitter alega para suspender nuestras cuentas es que han sido denunciadas por suplantación de identidad. Nos imaginamos quién puede estar detrás de estos ataques virtuales a los sindicatos de la CNT-AIT: lxs mismos que, muy coherentemente, nos denunciaron a la Audiencia Nacional por usurpación de siglas y patrimonio (información sobre esto, aquí). Esa es su gran lucha: el boicot al anarcosindicalismo y a la lucha que con esfuerzo tratamos de levantar cada día desde nuestra Organización, la CNT-AIT. Así, dedican sus esfuerzos a la infantil acción de sabotear nuestras redes sociales de manera premeditada.
Además, han convenido en iniciar esta nueva oleada de ataques en pleno lanzamiento de la campaña por la libertad del preso anarquista y compañero Gabriel Pombo da Silva. Ello ha implicado desviar parte de la energía puesta en esta campaña, en recuperar nuestras cuentas y enfrentar su boicot.
Sus intentos de vernos caer fueron, son y serán en vano. Resistiremos contra viento y marea en defensa de la clase trabajadora y del anarcosindicalismo.
¡Salud y anarquía!