7 de mayo. Concentración frente a la Embajada de Colombia en Madrid

Nos informan lxs compas del sindicato de base ULET-AIT que el gobierno del estado colombiano está reaccionando actualmente con una fuerza brutal ante la ola nacional de huelgas generales y creativas protestas masivas contra el aumento de impuestos planeado a expensas de la población.

No solo el 1 de mayo, sino desde el 28 de abril, en la República Sudamericana, decenas de miles de trabajadores, agricultores y estudiantes salen repetidamente a las calles a pesar de la prohibición legal y la pandemia en curso. Sobre todo en la capital Bogotá y en la metrópoli provincial de Cali (Valle del Cauca) hubo enfrentamientos con policías y militares que atacaron a numerosas personas en cortes de carreteras, concentraciones y piquetes, pero también en zonas residenciales.

La unidad de contrainsurgencia ESMAD en particular es conocida por su brutalidad sistemática contra las manifestaciones, incluidas palizas y disparos con granadas de gas lacrimógeno a la altura de la cabeza. Desde hace unos días, la policía también dispara munición real contra los manifestantes.

En total, al menos 26 civiles han muerto durante las protestas y alrededor de 30 manifestantes han sufrido graves heridas y mutilaciones en los ojos. Se denuncian varios casos de violencia sexual por parte de las fuerzas de seguridad y se ha detenido a unas 800 personas, la mayoría al azar en hospitales y universidades. Se considera que unos 90 manifestantes han «desaparecido» porque no han llegado oficialmente bajo custodia policial.

Además del impopular aumento de los impuestos, las manifestaciones también van dirigidas contra la crisis económica intensificada por la pandemia con desigualdad extrema y pobreza masiva, así como contra la reforma del sistema de salud. El tambaleante proceso de paz en el país andino asolado por la guerra civil, los ataques de los paramilitares a activistas sociales y de derechos humanos, así como los apremiantes problemas ambientales son algunos de los temas de la ola de protestas.

El 3 de mayo el gobierno del presidente Duque ha anunciado el cese y la revisión de los planes de reforma por el momento, incluso el ministro de Hacienda ha dimitido. Pero el objetivo unificador del amplio movimiento de protesta sigue siendo un cambio social fundamental. Por lo tanto, las acciones en la calle continúan a pesar del uso criminal de armas de fuego y vehículos blindados. La organización sindical reformista CUT ha convocado el 05 de mayo un día de huelga a nivel nacional.

La ULET, Sección en Colombia de la Asociación Internacional del Trabajo, anarcosindicalista, se pronuncia en contra de esta militarización de las protestas sociales, también apoya la demanda de una huelga general indefinida (#ParoNacionalIndefinido). Llama a acciones de solidaridad internacional contra esta masacre del pueblo colombiano (#SOSColombiaEnDictadura).