Ni fascismo, ni democracia: autoorganización y acción directa
• Concentración: «No basta con vencer al fascismo, contra toda autoridad»
📍Miércoles 20 de Noviembre
🕖19 h Boulevard de Peña Gorbea <M> Puente de Vallecas
• Manifestación Antifascista: Bloque anarquista
📍Sábado 23 de Noviembre
🕖 19 h <M> Plaza España
[Comunicado]
Fascismo y democracia son dos caras de la misma moneda. Las clases dirigentes, nuestros explotadores, vertebran y articulan la forma que adquiere el Estado según el momento histórico y las necesidades de la administración de nuestra dominación, de la muerte y la miseria de la inmensa mayoría de la población en beneficio de una minoría. Los poderosos no dudan, en caso de amenaza al orden establecido, en alzar al fascismo como último garante de sus intereses como así ha pasado en otros periodos históricos. En última instancia, tal y como sucede en nuestros días con la extrema derecha, azuzarán el miedo en la población contra ésta como fórmula de legitimización de la opresión democrática. Los políticos nos presentan así a la democracia, como el mejor de los sistemas, no podemos aspirar a más que a bendecir estas cadenas. Esto nos desarma y nos somete a los intereses de nuestros enemigos de clase, cayendo en la trampa del binomio fascismo y democracia.
Las formas democráticas de los estados, se revisten bajo la ley y el estado de derecho para administrar nuestra explotación cotidiana en los centros de trabajo, los policías y militares, las cárceles y cies, las muertes en comisarías y fronteras, la guerra y la industria de la muerte en las pugnas entre las diferentes facciones del capital a nivel internacional, el nacionalismo y el patriotismo como culto al estado con el fin de enfrentar a los oprimidos entre sí, por los intereses de los ricos, el culto a la propiedad privada que convierte los bienes necesarios para la vida en fuente de beneficios para los propietarios, el estado del bienestar como engañabobos en el primer mundo, que se alimenta de la muerte y la explotación del llamado sur global… la democracia es todo esto y no otra cosa.
Frente esto llamamos a extender la autoorganización y la acción directa contra todo lo que nos oprime. Esa acción que parte de los propios implicados, sin delegar en nadie: ni jueces, ni políticos, ni policía, ni periodistas, ni ningún oportunista. Esa acción que se complementa con la solidaridad y el apoyo mutuo como claves de la complicidad al margen de toda autoridad. Llamamos a extender la lucha, contra el fascismo y sus fuerzas de choque, en estos periodos convulsos y, por supuesto, contra el sistema democrático que le da voz y cabida, a rebelarnos contra la miseria cotidiana, patrocinada por empresarios y banqueros, a rebelarnos contra las guerras del capital y todos sus bandos, a aplastar el racismo, el colonialismo, con un ejemplo actual tan duro como es el sionismo, la corriente política que defiende la necesidad de crear un Estado para el pueblo judío, haciéndose llamar “el pueblo elegido” por encima del resto de culturas (como dicen algunos de sus rabinos), dejando visible esa supremacía de la que hacen gala, promoviendo el exterminio sobre el pueblo Palestino bajo el peso de la militarización social, en una atmósfera de vigilancia y patriotismo que atenaza cualquier disidencia o crítica interna.
Tampoco nos olvidamos de los imputadxs y represaliadxs de pasados 20N en Madrid, aún a la espera de juicio.
Ni tampoco a Abel, un compañero que se encuentra secuestrado por el Estado Español desde el 30 de Mayo. Se encuentra cumpliendo condena de 3 años y 9 meses bajo la acusación de lesiones contra un nazi después de una manifestación de la JUSAPOL.
Muerte al sionismo
Muerte al fascismo